¿Qué es un hipster de izquierda? Corto y pego un fragmento del reciente A nuestros amigos, de El Comité Invisible: «Cualquiera que se dedique a frecuentar los medios radicales se sorprende en primer lugar del hiato que reina entre sus discursos y sus prácticas, entre sus ambiciones y su aislamiento. Se tarda poco en comprender que no están ocupados en construir una fuerza revolucionaria real, sino en mantener una carrera a la radicalidad que se basta a sí misma; y que se basa indiferentemente sobre el terreno de la acción directa, del feminismo o de la ecología. El pequeño terror que reina entre ellos y que vuelve a todo el mundo tan envarado no es el del partido bolchevique. Es más bien el de la moda, ese terror que nadie ejerce sobre nadie, pero que se aplica a todos. En estos medios, se teme ya no ser radical como se teme en otras partes no ser ya tendencia, cool o hipster. Basta muy poco para arruinar una reputación. Se evita ir a la raíz de las cosas en beneficio de un consumo superficial de teorías, manifestaciones y relaciones. La competencia feroz entre grupos así como en su propio seno determina su implosión periódica». Mejor no se puede explicar.
Miedo a un planeta hipster
"Las élites adoran las revoluciones que se limitan a cambios estéticos" (Thomas Frank)
Miedo a un planeta hipster 
Vic, desde el aprecio a tu trabajo, por favor, deja de usar «anglofilia» cuando a lo que te refieres es a «anglocentrismo». Saludos.
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Por cierto, me encantó tu libro. No sé por qué ahora me ha dado por volver a buscar cosas sobre hipsters… y hala, vuelvo a aparecer en tu blog.
No, no podría ser más acertado; para algunos la izquierda no es una herramienta sino un fin en si misma, no es más que un sentirse el más radical y el más listo. Algunos discursos parecen más hechos para demostrar que uno sabe mucho, que no para convencer y forjar mayorías. Todo este tema me recuerda mucho a algunos discursos de Pablo Iglesias («P.I vapulea a los ‘comunistas’ de pegatina») o al artículo de nega «Ska-P y el fetichismo de la derrota». Parece que Colau ya no mola tanto desde que es alcaldesa, y parece que ningún líder de izquierda mola si no pierde. Lo que me hizo pensar tu libro (tras leer también sociofobia), es que al final, los hipsters no son más que el paradigma y la expresión máxima de unas conductas y formas de pensar que, en menor, medida, ya se han extendido por toda la sociedad. No deja de parecerme bastante preocupante que algunas de las personas más radicales de izquierdas que conozco, sean también bastante individualistas, y muy alérgicas a las multitudes.
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