Hipsters de izquierda

¿Qué es un hipster de izquierda? Corto y pego un fragmento del reciente A nuestros amigos, de El Comité Invisible: «Cualquiera que se dedique a frecuentar los medios radicales se sorprende en primer lugar del hiato que reina entre sus discursos y sus prácticas, entre sus ambiciones y su aislamiento. Se tarda poco en comprender que no están ocupados en construir una fuerza revolucionaria real, sino en mantener una carrera a la radicalidad que se basta a sí misma; y que se basa indiferentemente sobre el terreno de la acción directa, del feminismo o de la ecología. El pequeño terror que reina entre ellos y que vuelve a todo el mundo tan envarado no es el del partido bolchevique. Es más bien el de la moda, ese terror que nadie ejerce sobre nadie, pero que se aplica a todos. En estos medios, se teme ya no ser radical como se teme en otras partes no ser ya tendencia, cool o hipster. Basta muy poco para arruinar una reputación. Se evita ir a la raíz de las cosas en beneficio de un consumo superficial de teorías, manifestaciones y relaciones. La competencia feroz entre grupos así como en su propio seno determina su implosión periódica». Mejor no se puede explicar.

Nega, Kiko Amat y la solidaridad interclasista

Hace unos días, el periodista y escritor Kiko Amat escribía una dura crítica de Indies, hipsters y gafapastas: crónica de una dominación cultural. Su texto coincidía básicamente con la reseña de Rockdelux sobre el panfleto, con la crítica del suplemento cultural Babelia y con los exabruptos en Twitter de Gabi Ruiz, director del Primavera Sound (amén de con otras webs indies y revistas artys). Hasta ahora no he contestado ninguna crítica, a pesar de la caricaturización y las medias verdades que contenían. A lo que no me resisto es a «cortar y pegar» este post de Facebook de Nega, del grupo hip hop Los Chikos del Maíz, comentando los argumentos de Amat. No por defender mi texto, que también, sino por insistir en el concepto de «solidaridad interclasista», tan necesario estos días.

Os dejo con el post:

«Leo una crítica (creo que injusta) al libro de Víctor Lenore Indies, hipsters y gafapastas y me recuerda mucho a las críticas que recibió Owen Jones por su libro Chavs, la demonización de la clase obrera: el tono paternalista de quién proviene de la clase media y que tiende a glorificar o mitificar a la choni como quintaesencia de la semilla revolucionaria. Es la crítica de la crítica, un fenómeno muy dado en la izquierda y que tiene que ver más con envidias insanas y egos que con presupuestos teóricos (este cabrón saca el libro del año y genera debate y polémica y yo no). Mi opinión al respecto la dejé clarita en la entrevista con Pablo Iglesias Turrión: la clase obrera es una contradicción permanente, un campo en disputa. Con todo esto, comparto con ustedes una pequeña reflexión que considero pertinente: Sigue leyendo

Politicemos la cultura

He firmado un texto sobre la situación cultural junto a Esteban Hernández, Nacho Vegas, Carolina del Olmo, Germán Cano, Javier Gallego, Santiago Alba Rico y César Rendueles, entre otros. Corto y pego unas líneas: «La industria cultural  se ha adentrado en una insistente racionalización, buscando la rentabilidad por los caminos más obvios, lo que tiende a aplanar lo producido, convirtiendo las creaciones en productos de consumo esencialmente idénticos. Como resultado, el aficionado a la cultura se sumerge en un hartazgo similar al de un votante que no percibe diferencias entre las posibles opciones de voto, y en una saturación que le vuelve anómico. El consumidor cultural acaba enfrentándose tanto a una oferta enorme que apenas puede discriminar como a la sensación de que no merece la pena dedicar tiempo a rebuscar entre ella». Sigue leyendo

¿Donde está nuestra cultura popular?

Esta semana me he encontrado tres frases que me han dado que pensar. Todavía nos cuesta entender que la cultura popular (las fiestas del barrio) es algo distinto de los productos más vendidos por la industria cultural (lo que suena en Los 40 Principales). De hecho, pueden ser justamente lo contrario. Por otro lado, no es sencillo delimitar qué es «cultura popular» en 2014, después del intenso proceso histórico de individualización y privatización que se ha dado en nuestro país. Por eso me interesan estas aportaciones:  Sigue leyendo

Presentación en Gijón: diálogo con el escritor y músico Igor Paskual

El proximo jueves 13, a las 19:00 horas, presento el panfleto en la biblioteca Jovellanos, por invitación de la Sociedad Cultural Gijonesa. Me acompañará Igor Paskual, guitarra de Loquillo y artista en solitario, autor de una tesis sobre estadios de fútbol en el arco Atlántico y de un espléndido libro de memorias rockeras, titulado «El arte de mentir» (Difácil). Os dejo con una extensa entrevista que mantuvimos en El Confidencial con motivo de este libro. Aquí una de las muchas respuestas con sustancia: «No hay que olvidar que el rock no nació como contestación al sistema, sino como algo que emocionaba, hacía bailar o servía para divertirse. La cuestión de oponerse al sistema y estar con los oprimidos deriva del folk. Rebeldía es casi una palabra opuesta a revolución y cualquier cateto que se cuelga una guitarra se cree que está contra el mundo pero en realidad está sólo a favor de sí mismo». Nos vemos en Gijón…

Presentación en Barcelona este sábado

Leído hoy en una pieza de El País: «El periodista Antoni Bassas considera que si Barcelona fuera la capital de un estado independiente sería ‘la ciudad completa, definitiva, que aspiraría a convertirse en un Silicon Valley del Mediterráneo. La población joven, abierta y creativa crecería, muy en la línea stay hungry, stay foolish. La siguiente mutación hipster podría comenzar en Barcelona en vez de en Williamsburg’«. Semejante panoramana nos anima mucho más a presentar Indies, hipsters y gafapastas: crónica de una dominación cultural (Capitán Swing). Será este sábado día 8 a las 19:30 en la librería Calders, Pasatge de Pere Calders, 9 (Sant Antoni). Contaremos con excelente compañía: Laura Sales (investigadora social), Nando Cruz (periodista musical) y Marc Balfagón (Sot, Fundación Robo). Nos vemos.

«Las modas dominantes acaparan demasiado espacio»

Estos días me ha venido a la cabeza una respuesta del músico francés Pascal Comelade sobre la homogeneidad de la escena musical. Se publicó en 2012 en la revista Minerva: «Estamos en la peor época que recuerdo. Hoy las modas dominantes acaparan demasiado espacio. En Francia, por ejemplo, la chanson, el rap y el electro son los tres géneros que ocupan casi todo el espectro. Si haces algo diferente te encuentras fuera de juego. Hemos vuelto a formas de dominación cultural parecidas a las de los sesenta, cuando las varietés lo copaban todo impidiendo vivir a cualquier otra forma de música. La diferencia es que hoy la dominación la genera cierta ideología libertaria de izquierdas. La gente de mi generación, verdaderos obsesos de la música, se preguntan ‘¿para qué ha servido la revolución de los sesenta y setenta?’ Parece que para nada. No es algo que me preocupe, pero a cualquier chico de dieciocho años mi música le sonará reaccionaria». Más que «ideología libertaria de izquierdas», yo lo dejaría en «libertaria» a secas, pero coincido plenamente con el diagnóstico. Podéis leer la entrevista completa aquí.

La sintonía entre Reagan, el gangsta rap y Blixa Bargeld

Estas semanas estoy encontrando libros nuevos, muy recomendables, que comparten enfoques con mi panfleto. Uno de ellos es El fin de la clase media, del periodista Esteban Hernández, compañero de El Confidencial. El terreno común debe de ser evidente porque nos han invitado a una presentación conjunta este martes 4 de noviembre en el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales (CEPC), situado en el Palacio de Godoy (Madrid). Será a las 15:45, rodeados de un programa estupendo. Al día siguiente, miércoles 5, Esteban y yo estaremos debatiendo también en el programa Hoy Empieza Todo de Radio 3, que se emite de nueve a once de la mañana. Os dejo con uno de mis párrafos favoritos de El fin de la clase media: Sigue leyendo

Nos vemos en el Patio

Esta tarde, viernes 24 de octubre, a las 20:00, el periódico Diagonal presenta en el Patio Maravillas de Madrid (calle Pez, 21, <M> Noviciado), en colaboración con la editorial Capitán Swing, el libro Indies, hipsters y gafapastas. Crónica de una dominación cultural.

Contaremos con la presencia del autor Víctor Lenore (periodista musical), Irene G. Rubio (periodista), Isidro López (sociólogo y miembro del Observatorio Metropolitano) y Nacho Vegas (músico y autor del prólogo del libro).

Cultura y política (válgame la redundancia)

Esta semana, durante una entrevista con mi amiga Diana Aller, autora de un blog de referencia, me puse a hablar de Podemos sin darme mucha cuenta. «Eso queda un poco lejos del asunto de tu libro, ¿no?», dijo para evitar la dispersión. Contesté que «por supuesto» y volví a hablar (mal) de Stone Roses y la Velvet Underground. Cuando terminó la charla, me sentí un poco culpable, porque en realidad sí creo que la cultura debe ser inseparable de la política (a no ser que te encarames a una torre de marfil o bien dediques la vida a mirarte los zapatos, como una famosa corriente de la subcultura indie). Sé que no soy el único que piensa de esta manera. Peio H. Riaño, responsable de la sección de cultura de El Confidencial, usa como biografía de su cuenta de Twitter la frase «Cultura (política)». Manuel Borja-Villel, director del museo Reina Sofía, piensa que el 15M fue lo más importante que le pasó a la cultura en 2011. El mayor avance que tenemos por delante, también para las cuestiones «culturales», tiene que ver con la actividad de colectivos como la PAH, Podemos, Juventud Sin Futuro, la Oficina Precaria y el movimiento para cerrar los CIES (centros de internamiento de migrantes). Al final, Diana y yo encontramos terreno común en esta frase: lo que los modernos llaman «postureo» no es tan diferente de eso que los marxistas llamaron «alienación». Una vez hecho el discurso, recomiendo leer este post del sociólogo César Rendueles, que explica la situación mucho mejor que yo.