Politicemos la cultura

He firmado un texto sobre la situación cultural junto a Esteban Hernández, Nacho Vegas, Carolina del Olmo, Germán Cano, Javier Gallego, Santiago Alba Rico y César Rendueles, entre otros. Corto y pego unas líneas: «La industria cultural  se ha adentrado en una insistente racionalización, buscando la rentabilidad por los caminos más obvios, lo que tiende a aplanar lo producido, convirtiendo las creaciones en productos de consumo esencialmente idénticos. Como resultado, el aficionado a la cultura se sumerge en un hartazgo similar al de un votante que no percibe diferencias entre las posibles opciones de voto, y en una saturación que le vuelve anómico. El consumidor cultural acaba enfrentándose tanto a una oferta enorme que apenas puede discriminar como a la sensación de que no merece la pena dedicar tiempo a rebuscar entre ella».«Es hora de cambiar esa situación, lo que sólo puede hacerse politizando la cultura, Esto no significa que las creaciones culturales ofrezcan muchos más contenidos políticos, sino la construcción de un contexto que haga posible que la cultura tenga lugar. Politizar la cultura implica poner en marcha iniciativas que construyan esos espacios y que, al mismo tiempo, abran caminos para que quienes operan en el sector cuenten con posibilidades reales de subsistencia. Politizar la cultura implica operar sobre esas estructuras, perniciosas para todo el mundo salvo para unos cuantos operadores, en que se desenvuelve el mercado de la creación. Politizar la cultura significa sacarla del entorno estructuralmente conservador en el que vive. Pero sobre todo, significa dotarla de la importancia social que en sí misma tiene». Podéis leer el artículo completo aquí.

Deja un comentario